Siglo XXI: el siglo de la inteligencia colectiva

Introducción

A día de hoy, la inteligencia colectiva se ha convertido en una realidad para el mundo. Hemos pasado a globalizar las ideas y a compartir nuestros conocimientos. Según indica Pierre Levy (citado en Martínez Doñate, 2016), la inteligencia colectiva “es una inteligencia repartida en todas partes, valorizada constantemente, coordinada en tiempo real, que conduce a una movilización efectiva de las competencias. El objetivo de la inteligencia colectiva es el reconocimiento y el enriquecimiento mutuo de las personas”.


La inteligencia colectiva nace de la Innovación Abierta y se incita a través de retos que se deben afrontar de forma cooperativa, siendo esta la forma más rápida de utilizar este tipo de inteligencia con el fin de beneficiar a diversas organizaciones (González de Uña, s.f.).


No obstante, este tipo de colaboración humana no es un concepto nuevo, sino que la inteligencia colectiva lleva existiendo mucho tiempo. Por ejemplo, Napoleón propuso un reto que consistía en conseguir un alimento parecido a la mantequilla pero más duradero y barato para sus tropas. En este caso, se utilizó la inteligencia colectiva y salió como resultado la creación de la margarina (González de Uña, s.f.).


Sin embargo, este tipo de inteligencia tampoco se limita a la raza humana, sino que otros animales también la utilizan. Por ejemplo, las hormigas colaboran para crear sus hormigueros y llevar comida a ellos (Martínez Doñate, 2016). Por lo tanto, podemos afirmar que la inteligencia colectiva es un concepto que nace naturalmente en nuestro entorno.





La inteligencia colectiva en el siglo XXI


Actualmente, estos retos los lanzan organizaciones con el propósito de suplir alguna necesidad interna. De esta forma, la sociedad intenta dar con el resultado, impulsada por el premio que se ofrece al que lo haga. Así, las organizaciones reducen el tiempo que tardan en dar con la solución y el dinero que invierten, puesto que solo pagan a los resultados útiles. Es decir, la inteligencia colectiva externa ayuda a las empresas a resolver los conflictos internos que surgen en estas (González de Uña, s.f.).


Las nuevas tecnologías han aportado mucho a este término, puesto que con la capacidad que nos ofrecen de compartir información, podemos aportar conocimientos personales útiles o microsaberes a la sociedad. De esta forma, si cada individuo es experto en su área, al juntar todos los conocimientos crearíamos una inteligencia colectiva muy amplia (Martínez Doñate, 2016).



Ventajas de la inteligencia colectiva


La inteligencia colectiva cuenta con una serie de ventajas que ayudan al ser humano en su día a día.


Por un lado, este tipo de inteligencia permite a los ciudadanos superar sus sesgos cognitivos individuales. A través de la cooperación con otros seres humanos, podemos conocer otras realidades y puntos de vista. De esta forma, entendemos su forma de pensar, lo que nos permite abrir nuestras mentes y mejorar nuestro pensamiento crítico (Martínez Doñate, 2016).


Por otro lado, podemos incorporar este concepto al ámbito escolar. Se pueden realizar ejercicios en grupo en los que los alumnos tengan que poner en común sus conocimientos para resolverlos (Martínez Doñate, 2016). De esta forma, se mejoran las relaciones entre estudiantes, además del entendimiento y el éxito común e individual. Por lo tanto, se enriquece la reflexión grupal o conocimiento compartido (Morán Peña, 2012). Además, también es posible incorporar las nuevas tecnologías en las escuelas, consiguiendo que los estudiantes comiencen a formar su propia inteligencia colectiva (Martínez Doñate, 2016).


Por último, la inteligencia colectiva, con la ayuda de las TIC, también aporta beneficios a ciertos ámbitos profesionales. Por ejemplo, puede ayudar al sector de la salud, puesto que es una de las disciplinas que más depende del conocimiento (Morán Peña, 2012).

Ejemplos de inteligencia colectiva en el siglo XXI


Reducir los picos de consumo eléctrico de un país

El departamento de energía de los Estados Unidos de América creó el portal Apps for Energy en 2012. Propuso el reto de crear apps para dispositivos móviles que valoraran los datos que proporcionaban los contadores inteligentes. Los premios llegaban hasta la sorprendente cifra de 100.000 USD. Gracias a las creaciones de la sociedad y la inteligencia colectiva, se consiguió reducir los picos de consumo eléctricos de un país en una situación crítica a través de una de las aplicaciones que se crearon (González de Uña, s.f.).

Luchar contra el Ébola

La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) propuso de manera global el reto Fighting Ebola, en el cual se buscaban nuevas herramientas para ayudar a los sanitarios a luchar contra la epidemia. El premio que se ofrecía era de un millón de dólares. Con este ejemplo de inteligencia colectiva, se logró un traje innovador que aumentó el tiempo de trabajo útil del personal sanitario. También se crearon nuevos instrumentos y medidores que se introdujeron en los hospitales y apps con sistemas de información para dispositivos móviles (González de Uña, s.f.).

Lucha contra el COVID-19


Con la aparición del coronavirus en el año 2019, la inteligencia colectiva en el ámbito científico ha sido una solución muy útil para ayudar a la sociedad a acabar con este virus. “Revistas prestigiosas, como Science, Nature  y The Lancet, que generalmente cobran por el acceso a sus artículos, han abierto el acceso a publicaciones sobre el coronavirus y Covid-19” (RedacciónT21, 2020).

En la Universidad John Hopkins, por ejemplo, se subieron en abril de 2020 más de 45.000 artículos académicos sobre este ámbito a su plataforma colaborativa Github. Este es el resultado de una labor social de colaboración donde se aplica la inteligencia colectiva (RedacciónT21, 2020).


En España, UNICEF e ISDI han lanzado “una plataforma de innovación colaborativa para identificar y poner en marcha proyectos que ayuden a paliar los efectos negativos que la pandemia de COVID-19 está teniendo en algunos de los grupos  de población más vulnerables, como son los niños, los adolescentes y sus familias” (Ágora, 2020).



Conclusión


La inteligencia colectiva ha aportado una gran cantidad de beneficios a las actividades que realiza el ser humano desde hace muchos años, y en la actualidad sigue siendo de gran ayuda. Aunque es muy útil para resolver problemas individuales y para mejorar el rendimiento de la educación, también somos capaces de resolver conflictos de mayor medida con esta herramienta.


En el siglo XXI, la inteligencia colectiva ha sido la solución para problemas como el consumo eléctrico o el Ébola. Además, a día de hoy vivimos condicionados por la pandemia del COVID-19, y con la ayuda de la colaboración ciudadana hemos conseguido avanzar con las investigaciones científicas.


Sin duda, la inteligencia colectiva es una cualidad muy necesaria en nuestra sociedad, ya que los seres humanos somos capaces de lograr grandes resultados a través de la cooperación. Por lo tanto, junto con la ayuda del desarrollo tecnológico, creemos que en un futuro seguirá siendo igual de útil o más que a día de hoy.








Referencias


Ágora (2020). UNICEF España e ISDI crean una Plataforma de Innovación Colaborativa para identificar retos y apoyar proyectos para la infancia ante la crisis de la COVID-19. Ágora: Inteligencia colectiva para la sostenibilidad. Recuperado de: https://www.agorarsc.org/unicef-espana-e-isdi-crean-una-plataforma-de-innovacion-colaborativa-para-identificar-retos-y-apoyar-proyectos-para-la-infancia-ante-la-crisis-de-la-covid-19/ 


González de Uña, O. (s.f.). Siglo XXI: el siglo de la inteligencia colectiva. Muy Interesante. Recuperado de: https://www.muyinteresante.es/innovacion/articulo/siglo-xxi-el-siglo-de-la-inteligencia-colectiva-391457693261 


Martínez Doñate, J.P. (2016). Qué es y cómo funciona la inteligencia colectiva. Red social educativa. Recuperado de: https://redsocial.rededuca.net/red-educa/content/que-es-y-como-funciona-la-inteligencia-colectiva 


Morán Peña L. (2012) La inteligencia colectiva, una alternativa para el trabajo a distancia 2(2):4-6. Rev. iberoam. Educ. investi. Enferm. Recuperado de: https://www.enfermeria21.com/revistas/aladefe/articulo/28/la-inteligencia-colectiva-una-alternativa-para-el-trabajo-a-distancia/


RedacciónT21 (2020). Covid-19 despierta la inteligencia colectiva de la ciencia. Tendencias. Recuperado de: https://tendencias21.levante-emv.com/covid-19-despierta-la-inteligencia-colectiva-de-la-ciencia_a45830.html


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